viernes, 16 de septiembre de 2016

ADIÓS TÍA, FUKUSHIMA

Hay un pueblo llamado Tomioka en mi pueblo Fukushima.
Tiene una calle llena de cerezos que en promavera hace un especie de túnel.
Después del accidente de la central nuclear de Fukushima Dai-ichi lo han incluido a la zona de restricción. El municipio este año está preparando para levantar la orden de restricción para que puedan volver sus habitantes en Marzo del 2017.


Pegados a esta calle de cerezos vivían mis tíos. 
La hermana mayor de mi madre y su marido. Evacuaron a la casa de uno de sus hijos. 
A la ciudad de Fukushima. 2 años y medio vivieron con sus hijos. Pero no estaban comodos. Buscaron una casa de cuidado de los mayores en mi pueblo Iwaki. 
Mi tía hace 1 año tuvo una enfermedad grave. La cáncer de colon. 
Salió de ese y cuando se recuperó se cayó y fracturó la cadera.

Este verano mi madre me enseñó un mensaje enviado por la tía. Indignada estaba mi madre. La verdad es que era muy insultante. No le dejaba visitar a mi madre a su hospital porque mi madre no pudo ir cuando la tía quería. O algo de eso. No daba credito mi madre y me dijo que hasta hace poco no dormía bien. Posteriormente le envió otro mensaje pidiendo perdon a mi madre. Pero mi madre necesitaba tiempo. No podía creer lo que le decía su hermana que muchas veces se cruzaban los mensajes de movil.
Cuando me marché de casa todavía no estaba convencida de poder hacer la paz con ella.

Este martes no sé porqué. Pero me sentí obligado a enviar un mensaje a mi madre.
Aparte de preguntarle cómo estaba y comenté cómo llevaba el tema.
Me contestó con pocas palabras. 

Esta tarde mi hermano me ha enviado un mensaje de su fallecimiento.
Lo primero que he pensado era 'Mi madre no aguanta esto.' He preguntado a mi hermano cómo iba mi madre y me ha dicho ' Hace poco se vieron. Mañana es funeral y de momento se aguanta.' Menos mal. Ni quiero imaginar si no le hubiera podido ver....
Mi madre estaba muy sensible con este tema y nos daba miedo por si caía de moral.


Era una maestra de Koto. Un instrumento musical tradicional de Japón.
En su pueblo tenía muchos almunos. Pero tras el accidente no tenía ganas de tocar ni enseñar. 2014 volvió a tocar en un acto benéfico para animar a las personas evacuadas en Iwaki y participaba a algunos eventos de su pueblo. Pude ver en un períodico local. 
Justo el verano de ese año le ví con su marido. Estuve en casa cuando visitaron a mis padres. Sufuría de la enfermedad de colágeno que decía que le dolía un monon las manos.
Muy fuerte era. No mostraba ni debilidad nunca en frente de nosotros. Aparentaba siempre su seguridad en si misma. Dignidad era lo primero para ella.

Finalmente la leucemia aguda acabó con su vida.
No sé si ha tenido algo que ver con radiactividad. No prefiero pensarlo.

Seguro que echaba de menos a su casa de Tomioka. Soñaría con volver a su casa y ver a los cerezos en primavera el último momento de su existencia en este mundo.

Hoy estoy de luto.
Espero que encuentre a sus hermanos y a sus padres pronto en otro mundo que no conocemos.

Que te descances tía. 

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