domingo, 6 de abril de 2014

LA ESPERANZA EN EL CAOS DE FUKUSHIMA

La mañana siguiente del día que os comenté de la manada de delfines en el mar de Japón la noticia nos hizo saber del terremoto grande de Chile. Mucha gente se ha reído de mi teoria. Pero sigo creyendo que los animales marinos tienen una antena mucho más sofisticada que los humanos. 
Sólo deseo que las víctimas de Chile pueda tener la vida normal cuanto antes.


Aquí en Madrid parece que por fín ha llegado la primavera de verdad.
De día ha subido hasta 26 grados. Quizá algunos puntos ha superado más.
En mi pueblo Iwaki huele a primavera por los árboles que florecen sin subir tanto la temperatura como aquí. Está marcando 17 grados como la temperatura máxima.
10 grados de diferencia es mucho. Suficiente para explicar la diferencia de temperatura entre los Españoles y nosotros. En mi país la primavera tiene más tiempo de protagonismo y la mayoría de nosotros no sabemos calentarse ni enfriarse en un momento como los Españoles. 

Desde el mes de Febrero de este año se va haciendo realidad los deseos míos.
Casí no hay ningun día que no vea avance. Me siento vivo.
Aunque sea poco a poco voy caminando gracias a la implicación de muchas personas.
Hace 3 años no era un ser vivo. Me aterraba las miles de réplicas del temblor.
Hace 2 años mi cabeza estaba lleno de ódio. La maldita central. 
Hace 1 año la radiactividad me hizo enseñar la estructura del mundo.
Ahora veo el camino a seguir para proteger y animar a mi pueblo Fukushima.  
Muchas personas me echan la mano sin cambio de nada cuando empiezo contar mis proyectos. Es lo mejor que puedo sentir siendo un miembro de la raza humana.
Voy a ser mayor adeudado del sentimiento a la humanidad.    

Hace unos días la noticia de mi pueblo hablaba de 2 chicos de 18 años que acaban de comenzar su vida laboral. En Japón comienza el año fiscal nuevo en estos días del año.

Un chico ha escogido trabajar en la empresa Tepco por influencia de un tío suyo. Fue uno de los valientes que estuvieron en la planta después del gran tsunami. Estuvo trabajando en la planta nuclear de Fukushima Dai-ichi para recuperar la bateria perdida. Entonces el chico tenía sólo 15 años. Pero ha conseguido su objetivo a pesar de las opiniones negativas de su entorno. Dice que quiere participar a la tarea de desmantelamiento de la central porque ama a su pueblo y está orgulloso de ser uno de esta empresa TEPCO. Sabe que alguién tiene que hacer lo que nadie quiere hacer. 

Otro chico de misma edad ha dejado de seguir estudiando iyendo a la universidad.
Ha preferido ser un funcionario del municipio de Okuma.Donde tiene la casa mi hermana. Ahora mismo el ayutamiento de Okuma tiene su función en Aizu a casí 60 km del lugar original. El chico había visto el plano de reconstrucción de su pueblo y ha dicidido dedicarse a Okuma. Quiere ver su pueblo recuperado por él.

Les quito el sombrero a estos 2 chicos muy jóvenes.
Veo el futuro de mi pueblo Fukushima en ellos.

Los niños de Fukushima han sufrido mucho. Pero han aprendido muchas cosas en 3 años y tienen una conciencia que nosotros los adultos ni podíamos imaginar. Ésto nos da una alegría sin duda. Los niños que creíamos que eran niños ya no son niños. Se han hecho hombres. Hombres que van a ser el gran motor de Fukushima.
Habrán muchos que no han sabido salir del incertidumbre y espero que pronto puedan reunirse con los que tienen más energía.
Los niños tienen miles de posibilidad del futuro y creo que ellos pueden dibujar Fukushima un poco mejor que lo que habíamos hecho nosotros.

Los pescadores de Fukushima acabna de firmar al projecto del bypass del agua subterranea con condiciones. Espero que TEPCO lo ejecten como exigen los pescadores. Poner una organización de tercero para medir el nivel de radiactividad contenida el agua que vierte al oceano pacifico.
TEPCO ha hecho una empresa para acelerar el desmantelamiento de los reactores accidentados. De momento promete mejorar las condiciones de trabajadores y controlar las tareas. Ya verémos cómo funciona.

`Tener la vida tranquila´.
Es lo que se aprecia más en mi pueblo Fukushima después de la tragedia.

Los niños que han vivido y siguen viviendo en Fukushima han tenido una subida de emoción muy muy alta viendo el sufrimiento del pueblo y han analizado lo que ocurre en su alrededor. Algunos han sacado una conclusión de dedicarse su vida a Fukushima.
Son nuevos valientes de Fukushima. Admirable.    

Nosotros no debemos quedarnos atrás. Creo que es imprescindible garantizar la salud de estos valientes. Entre todos podemos ayudar a estos chicos de alguna forma.

Sobre mis proyectos ya os iré contando cuando se vea su forma.

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