jueves, 7 de septiembre de 2017

SENTIR EL AIRE DE MI PUEBLO, FUKUSHIMA

Justo ha pasado 1 mes desde que escribí el último articulo. 
He estado en casa de Fukushima este verano también. Mayormente para estar con la familia. Finalmente a mi madre no le operaron por falta de algún componente sanguíneo para la anestesia general. Fui a casa un poco acojonado imaginandole muy decaida.
Pero mi madre miente bien cuando voy. O le ha sentado bien que yo esté con ella.
Le he acompañado varias veces al hospital para que le hicieran pruebas posibles y por lo menos no han encontrado nada grave internamente. Ahora sólo le queda esperar la operación de Estenosis espinal que no le da bien el señal de las necesidades.
Hasta finales de Noviembre se tiene que poner bien para poder asistir a la celebración de boda de su nieta. Ella misma lo dice.  


El primer día de casa mi madre estuvo esperandome con el plato de pepino que tanto me gusta. Me dijo 'El año pasado soló pude guardarte 2 pepinos por mal tiempo. Este año te he podido guardar en la huerta mia un poco más.'
No sabéis lo que sabe el pepino de mi madre. Mucho más que el amor incondicional.
¿Material radiactivo? Cuando comemos los frutos de la huerta de mi madre y el arroz de mi padre no pensamos en eso. Al comerlos nos apartan de cualquier preocupación. 
Parece un milagro dificil de explicar al tercero. A lo mejor el amor de quienes cuidan los cultivos nos basta para olvidarlo. O por la unión remota de los mismos genes a cierta distancia???
Yo creo en ese tipo de fenómenos. Eso que sientes el sentimiento de tu familia aunque estés muy lejos de ellos.   


Mientras estuve sonó por primera vez J-Alert(alerta de Japón) por lanzamiento del misil del país vecino. Me despertó mi hermano que estaba preparando ir al trabajo.
En la televisión, el movil, el altavoz de prevención de desastre en la zona......
Nos hizo gracia porque la voz decía 'korea del norte ha lanzado el misil hacia esta zona. Por favor evacuen al edificio de hormigon y mantengan la postura baja. cubran la cabeza con las dos manos.' 
Dijimos '¿Qué quieren que haga? Si no hay ningún edificio de hormigon por aquí cerca.'
No hicimos nada. Es como estar desnudo ante esa amenasa. Nos pareció de riza esa instrucción que hizo nuestro gobierno. Está claro que somos habitantes de segunda categoria en nuestro país. Seguro que los políticos y millonarios tienen donde evacuarse.
La segunda alarma nos avisó que el misil atravesó Japón hacia este y cayo en el oséano pacífico a 1180 km del cabo de Erino que está en Hokkaido. Tardó sólo 10 minutos en llegar a este cabo Erimo desde la base militar del Korea del Norte. 
Hace dos días hicieron una prueba nuclear hidrógena y se van enloqueciendo más. 
Este fin de semana ellos celebran el día nacional y temen que haga otra locura.
Espero que no haga ningun daño más.

En este viaje de nuevo tuve un día que podía ir a la zona afectada del accidente nuclear.
Los dosímetros de radiactividad marcaban el nivel mucho menos que el el año pasado.
Una pequeña buena noticia.
La casa natal de mi madre sigue como una jungla abandonada y por supuesto pasamos por cementerio de la casa para agradecer por nuestra vida a sus antesesores con mi hermano.
En el próximo articulo subo las fotos de la zona. Hoy no.

Creo que esta vez he cargado las pilas familiares. 
Mientras estuve propuse a mis sobrinas que vinieran a España estas Navidades. Son otras hijas de mi hermana. La mayor y la pequeña. La mediana es la que se celebra su casamiento este Noviembre. De paso mi sobrino de 15 años, el hijo de mi hermano que quiere ser un piloto de avión lo está pensando. A ver si consigue convencer a sus padres.
Me haría mucha ilusión si pudieran venir los tres. Si dicen que si, hasta entonces ni copas ni salida de fines de semana. Tengo que ahorrar.

El aire de mi pueblo Fukushima de este verano me ha hecho recordar muchas cosas.
Quizá yo esté en un punto de reflexión de la vida.
Sienta bien el calor de la familia y hay que cuidar de los padres mayores.
Consiguimos llevarles de un pequeño viaje nosotros tres a nuestros padres.
Los cinco. Como cuando eramos niños. Hacía más de 30 años que no lo hacíamos.
El coche del tiempo nos llevó perfectamente a aquel tiempo de los cinco.
El viaje mágico inolvidable con esta edad que tenemos ahora.
Lo habíamos programado con tiempo los tres y dependía de la salud de mi mabre.
Consiguimos esta vez y nos lo pasmos tan bien que prometímos repetirlo el verano que viene. Harémos cuantas veces queramos mientras nos lo permita la vida de los cinco.
Hay que agradecerlo a la vida.

¡Muchas gracias familia!
Hasta verano que viene. Ciudados.

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