martes, 29 de noviembre de 2016

LA TIERRA SANTA, FUKUSHIMA

Ha pasado una semana desde el último susto en mi tierra. Fukushima.
Menos mal que fue sólo un susto. El susto que casi acabó con mi corazón.
Cuando me entré estaba marcando el telefono de casa por nervio.
El flashback fue tan rápido que mi latido no le seguía. Ni mi cabeza.
No cogía nadie la llamada. 'Claro.' Pensé. Si estaban evacuando. 
Llamé al movil de mi hermano con las manos tembladas. 'Sí. Estamos a salvo.' 
Mejor alivio fue poder oir esa respuesta. Lo único que deseaba aquel momento.


El día que murió Fidel Castro de Cuba se casó mi sobrina. Fue la primera de todos mis sobrinos dar un paso muy grande de su vida. Nació hace 25 años en misma época de caida de las hojas. 25 de Noviembre. Como su hermana mayor.
Le deseo que sea muy feliz con su marido que sufrió pos accidente igual que ella.

Hoy he leído un articulo sobre los trabajadores de la central nuclear accidentada.
Ahora mismo 6000 personas pisan el terreno de ella.
Primero se reunen en el punto de partida J-Village. Donde era el campo de concentración del equipo nacional de futbol. Todos los campos se convitieron en parking de coche de los operarios después del accidente. En unos años intentan recuperar su función original.
Alli ellos montan al autobus que les lleva a la central de Fukushima Dai-ichi.
Dice que el autobus con capacidad de 50 hace más de 200 viajes de ida y vuelta al día.
Cada uno de ellos hacen su trabajo. Alguno es un vigilante de seguridad, otro es el que recoge los trajes y botas usadas. Hay los que miden el nivel de radiactividad en cada punto de trabajo. La variedad de trabajo allí es interminable.
Sin ellos la tarea de desmantelamiento que se calcula terminar en 40 años no se acabaría nunca. Ni sin presupuesto billonario que el gobierno intenta sacar de la factura de la luz de la energía renovables también.

El reloj anda sin piedad. El deterioro de los pueblos también avanza. 
Tanto el rostro de las personas evacuadas como las bolsas negras grandes que guardan los escomblos y tierras contaminadas. 
El tsunami de hace una semana de la zona ha podido mojar algunas de ellas. 
Dicen que las trasladan en varios años a las instalaciones correspondientes. 
Algunos al almacen temporal y otros a la de reducción de volumen.....
Casí todo dentro de la zona de restricción cerca de la planta accidentada.
La herencia que dejamos a la siguiente generación es demasiado pesada.

En Chernobyl 30 años despúes todavía emite radiactividad y ha necesitado taparlo.
¿Cómo estará en 2050 mi pueblo? Muchas veces lo pienso.
Muy probable que haya otro terremoto. Y puede que haya un avance tecnológico milagroso que nos devuelva el pueblo como era antes. Ojala.

Los que aman a su tierra siguen limpiando su pueblo o siembran las semillas de flores.
Están hartos de ver su pueblo roto e intentan cambiar el paisaje de las bolsas negras por el color de las flores. 
Su resistencia seguirá hasta que recuperen su tierra perdida. 
Es una lucha por su tierra Santa y seguiré apoyandoles a mi forma contando la historia.
   

No hay comentarios:

Publicar un comentario