sábado, 12 de enero de 2013

EL TEMPLO DE MI VIDA EN MADRID

Nunca te espera el reloj de la vida.
Ni te deja que te permanezcas en el momento que te sientes muy a gusto.
En ese momento de la gloria pensamos que no terminaría nunca el mismo paisaje.

Aqui en Madrid tengo un lugar que llamaba como un colegio de la vida para mi.
Aprendí muchas cosas de la vida estando dentro de los amigos que me acogieron con los brazos abiertos los dias que he estado.
Estos amigos son mis maestros de la vida para vivir en España.

  
El dia 11 de Marzo de 2011. Ocurrió una cosa que nadie del mundo se podía imaginar.
Superó a todas las escena que habia visto anteriormente en mi vida.

El gran Terremoto y Tsunami jamas visto.
Pero aquella experiencia de sentirme sólo en este mundo porque creí 100% que había perdido a toda mi familia, a los amigos y a los parientes de Fukushima por no poder comunicar con ellos duranto varias horas de ese maldito dia fue solo el comienzo de la tragedia para nosotros.

El dia siguiente empezó fallar el invento del hombre que parecía no estropearse nunca.

Boom, boom y boom. 
Posteriormente una lluvia como la lluvia negra que cayó a la tierra de Hiroshima despúes del lanzamiento de la bomba atomica por parte de los Estados Unidos.
La lluvia aseguró y selló la tierra, las montañas y el mar de Fukushima con radios elementos dejando su vida casi nula. 

Mi cabeza no era capaz de pensar. Solo me limitaba hablar con mi familia todos los dias desde el dia 11 de Marzo por la noche hasta el dia que llegúe por primera vez a mi casa despúes del accidente sin faltar ningun dia. 01 de Agosto del 2011.

A una semana de los catástrofe volví a aparecer en este colegio.
Mis grandes maestros me abrazaban y me dieron los cariños para reconstruirme.

Paco, muchas gracias por haberme tranquilizado con tus grandes conocimientos.
Marimar, muchas gracias por tus trufas esquisitas.
Ignacio, muchas gracias por tu gran apoyo moral.
Carmina, muchas gracias por tus carcajadas infinitas.
Iñaki, muchas gracias por tu empeño de llevarme a Lemoíz.
Asun, muchas gracias por tu mirada de preocupacion.
Sofia, muchas gracias por recordarme el significado de la vida. 
Javier, muchas gracias por tu sabiduría.
Amador, muchas gracias por tu demostración de la capacidad del cuerpo humano.
Rebeca, muchas gracias por energia juvenil.
Beni, muchas gracias por enseñarme cómo hacer cachondeos.
Meli, muchas gracias por tu sonrisa de oro.
Amadeo, muchas gracias por tus actos cariñosas. Tu corazón no cabe en ningun cuerpo.
Juan, Marina y Nacho, muchas gracias por hacerme soñar como si yo estuviara con mis sobrinos.
Santi, muchas gracias por facilitarme esta pizarra tan grande.
Mila, ¡enholabuena por vuestra hija! muchas gracias por animarme siempre.
Pedro, muchas gracias por seguirme en este blog.
Marivi, muchas gracias por acompañarme a mis chorradas. A lo mejor te necesito para defender a mi familia.
Belarmino, muchas gracias por tu presencia de todas las noches.
Jose, muchas gracias por tus consejos.
Isabel, muchas gracias por tus ternuras.
Cari-chan, muchas gracias por soportarme.  

Muchas gracias a otras personas que me han apoyado durante este tiempo.
Si faltara alguien, disculpame por favor.   

Mercedes, muchas gracias por tus miles de palabras, por enseñarme muchisimas cosas del vino y por consentirme mis caprichos.

Alfredo, muchas gracias por enseñarme la vida. 
Reir, llorar, enfadar, cómo insultar, razonar, comer lo bueno, beber lo bueno, querer, amar, ser el dueño de tu vida y enfrentar a los problemas.....
No puedo describir todo lo que me has enseñado.

En estos dias este lugar va a ser un sitio de nuestro recuerdo.
Él que me salvó medio muerto mentalmente de un pozo negro muy muy profundo de mi vida. Estos maestros son los salvadores de mi vida.


El colegio mio se ha convertido en el templo de mi vida.
Para que nuestro espíritu y todos los recuerdos de este sitio sigan viviendo dentro de nosotros.

Alfredo, Marcedes, muchisimas gracias por todo y por estar siempre a mi lado. 
Sin vosotros no me hubiera salido de la pesadilla de Fukushima nunca.

Dejadme que mi corazón esté a vuestro lado para siempre.

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