lunes, 13 de marzo de 2017

LA SOBRINA MAYOR, FUKUSHIMA

'No me ha dicho muchas cosas perder el colegio que estudié. Seriá porque sabía de sobra desde que ocurrió aquella incidencia de hace 6 años. Todo igual. A la guarderia, la escuela primaria, la escuela secundaria, la escuela sucundaria superior pasa lo mismo que lo que pasó a la casa donde vivía. No pienso ya porqué tenía que ser Okuma. Qué vamos a hacer. Estamos vivos. No quiero más.'

Es la segunda vez que veo escrito sobre las tragedias por mi sobrina después de 6 años.
La primera vez fue del día que visitó con toda la familia para despedirse de su casa hace unos meses.


En estos días marcados todo el mundo querrá saber lo que escribo sobre la situación de mi pueblo. Pero de eso se han encargado los medios de comunicación. Casi todo el mundo hablaba de jabalíes. Es muy normal que se han hecho su terrtorio donde todo este tiempo no había personas. Más bien han reconquistado sus terrenos. Seguro que antes era el terreno de los animales.

El día 11 de Marzo de este año estuve en la puerta de Alcalá encendiendo unas velas con los amigos. He sabido que a la gente ni le importa o no se acuerda ya. Muy normal.
Un hombre me acercó y me preguntó '¿Están contaminados los jabalíes de allí? ' 
Es la consecuencia de los medios sensacionalistas que comentan solamente esas cosas.
Tuve que agradecerle por haber recordado de aquello aunque por dentro me dió mucha rabia. También supe que es muy facil olvidar.
A lo mejor por eso prefiero hablar de mi sobrina en vez de hacer resumen de Fukushima.      
Esta sobrina mía es la mayor de tres hijas que tiene mi hermana. Nacida en Okuma. 
Cuando pasó el terremoto y tsunami del 2011 estuvo en otra ciudad afectada, Sendai. Afortunadamente sobrevivió. Unos años después volvió a casa. No a casa de Okuma donde se crió sino al apartamento pequeño que vivían sus padres y su hermana pequeña. 
El sitio que tanto odiaba y se volvía loca muy a menudo mi hermana.

Ella trabajaba en un local de música como técnica de luz y sonido. Le encanta el mundo de música que ahora mismo va de concierto a concierto sóla en sus dias libres.
Hará dos años desde que volvió a vivir con sus padres sabiendo que su hermana pequeña se marchaba de casa para ir a la universidad cerca de capital.
Es una chica muy responsable aunque no lo aparenta nada. Estoy seguro de que volvió a casa para no dejar a sus padres solos.
A pocas semanas de su vuelta encontró trabajo de lo suyo en un auditórium de la cuidad.

Irónicamente ayer tuvo que ver la ceremonia del cierre sin fecha de reapertura de su colegio en su trabajo. Imaginando su rabia se me hace un nudo mi corazón.
La chica que representó esta última promoción leyó la carta de despedida.
'Por ayuda de muchas personas hemos aprendido y en el futuro prometemos trabajar para reconstruir nuestro pueblo. Jamás olvidarémos los dias que hemos estudiado en el clegio prefabricado lejos de nuestro pueblo.'     

Es una de las miles de historia de los niños que existe en mi pueblo Fukushima.
¿Quién les puede reparar sus heridas de adolessencia?
Se ve solamente las obras de infraestructura como pasos avanzados de reconstrucción.
Para ellos se verán como simples parches. El cuidado de salud mental de estas personas oficialmente no se encargan nadie en Fukushima. Dependen de los ONGs que ofrecen este servicio para los mayores solitarios. Una cosa que no entiendo.

'Estamos vivos. No quiero más.' Palabra de mi sobrina.
Lo veo como un grito discreto para convencerse ella misma de que nadie puede devolverle lo que perdieron 11 de Marzo del 2011. Viendolo desde aquí muy cruel.
Parece que cada uno de ellos están obligados superarlo por simismo de una forma u otra.

La foto es del primer sol del año 2017 de mi pueblo que me envió mi hermano. Lo tomó en la playa nuestra. 
Quiero que les llegue pronto el amanecer de la vida a todas las personas sufridas por este maldito accidente nuclear de Fukushima Dai-ichi.  

'Sobrina, aunque estoy un poco lejos siempre estoy contigo. Cuenta conmigo.'
     

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