domingo, 21 de octubre de 2012

LOS MONTES DE FUKUSHIMA CON LAS HOJAS OTOÑALES

Mi pueblo Fukushima está en plena temporada de los peisajes otoñales.
Los montes verdes se estan trasformando en autentico lienzo de pintura.


El año pasado este monte Adatara que se encuentra a 70 km a oeste de la cenral nuclear de Fukushima dai-ichi tuvo solamente 60.000 visitantes en esta epoca. Cuando recibía 200.000 visitantes hasta el año 2010. Por no poder saber si estaba realmente fuera del peligro a rediación. 


Un señor del Club Alpino de la zona se levantó para mejorar la situación.
Para él era muy triste que no vieran los amantes de la montaña la cara mas bella de sus montes. Formó un equipo de investigación para estudiar las tasas de radiactividad de los puntos que pasaban los alpinistas. Sigue midiendolo en varios puntos alrededores tambien y subir a la pagina informativa de estos montes.


Gracias a su esfuerzo y su empeño este año se estan volviendo mucha gente incluyendo a los niños. A ver los paisajes otoñares. 
Hasta los gatos con su maleta y sus planos.
Su estudio demostró que la tasa de radiactividad no hacía daño a la salud de las personas.


Dentro de estos montes se esconde un balneario secreto que se descansan los montañeros en su camino. Dice que se conserva desde la epoca de Heian(finales del siglo 8).

La gente de Fukushima intenta buscar lo que puede hacer para que vuelva la normalidad.
Saben que para lograrlo hace falta mucho esfuerzo de dia tras dia por su parte.
Sin dependerse del país ni autoridades.

El paisaje otoñal da una alegria de la epoca a sus vistas y la calma a sus corazones.
Los colores de las hojas seguro que les hace olvidar la pesadilla made in Fukushima.

Solemos ir de excursiones solo para ver este paisaje tan bonito que la temporada alta de viajes en mi país en Japón es ahora, en otoño.
Se dio tanta importancia sentirnos dentro de la natulareza que se desarroyó la cultura de poesias como Tanka y Haikú. Los antecedentes necesitaría expresar lo que se sentiría ante gran paisaje del mundo que vivían.

Espero que mi familia tambien encuentre la paz momentanea viendo el color del otoño.
Por lo menos la maldita radiación no les ha quitado este método del alivio mental.

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