lunes, 9 de enero de 2017

DEJANDO ATRÁS DESALIENTO, FUKUSHIMA

Los niños que tenían 14 años cuando ocurrió el accidente nuclear de mi pueblo Fukushima este año van a ser mayores de edad. Hoy en mi país se ha celebrado el día de mayor de edad. Es como la fiesta de comunión de aquí. Pero de otra forma reivindicando su libertad y al mismo tiempo responsabilidad civil en la sociedad.
Una sobrina mía, la hija pequeña de mi hermana que vivía en el municipio de Okuma aquel entonces también lo ha celebrado este fin de semana que me lo ha dicho mi madre esta mañana. Cómo pasa el tiempo.


En Europa la ola de frío está complicando la vida de muchas personas. La temperatura de 40 grados bajo cero debe ser un mundo desconocido. Menos mal que no me encuentro en esa situación. Pensando en los refugiados me arde el estómago. Por culpa de muchos con calefacción sin ningún pelígro a la muerte se congelan otras vidas inocentes. Injusto es la vida.  

Este nuevo año 2017 en la zona de restricción cercana a la planta de Fukushima Di-ichi va a haber mucho movimiento. Se va a disminuir su superficie total a una de tercera parte siendo 369 metros cuadrados. La que ocupaba 1150 metros cuadrados expulsando a unos 87.000 habitantes hace 5 años. Los municipios que van a tener la vía libre para vivir son Iitate, Kawamata, una parte de Namie y Tomioka dejando también una parte como la zona dificil de regreso.
La casa de mi primo de Tomioka desapareció desde hace tiempo como os venía contando.
Con esas ordenes de levantamiento en teória se quedarían oficialmente en unas 24.500 personas las que no podrían volver a su casa. Muchos de ellos han hecho la nueva vida en otros lugares como la familia de mi hermana. Al gobierno significa menos gastos.   

Vuelta a casa no les va a resultar demasiado facil. Todavía faltan muchas infraestructura.
Los ayuntamientos se han inchado de construir las instalaciones o edificios nuevos para acelerar la vuelta de sus habitantes usando los presupuestos que venían de arriba para justificar los gastos. Pero no se acaban de convencer a toda la gente de pueblo.
Recuperar la comunidad es lo más dificil de estos pueblos aunque les sobre el tema economico. Muy a menudo se hablan del sentimiento imreparable de esas personas.

Hoy he visto un articulo que decía sobre la tasa de suicidio en Fukushima.
Cuando cumplió 4 años del accidente subió a tres veces más que la tasa general del país.
Las heridas eran demasido profundas y complejas. Cada uno de ellos lo tienen personalizado y necesitarán sus años para curarse.

Todo este tiempo hemos visto muchas noticias negativas sobre nuestro pueblo Fukushima.
Las estadisticas y los datos nos van contando los resultados de estudios.
Si se puede comer, si se puede beber, si se puede vivir........
Una parte de los adolescentes tiene duda si puede tener niños en el futuro.
Es el fruto de los comentarios por parte del gobierno, especialistas después del accidente y la estructura de la empresa responsable del accidente Tepco que no ha sido sincera ni lo es hoy en día desde principio. Debe considerarlo como una secuela del suceso importante.
El hecho de que los niños tienen que vivir con esa ansiedad es imperdonable desde mi punto de vista. Tendrán que trabajar mucho para que ellos puedan vivir sin preocupación.

A pesar de lamentable ocurrido desde aquel entonces hay gente que intentan recuperar el estado original de sus pueblos para sus habitantes. Son voluntarios encabezados por los de la zona. Os había contado muchas veces. Es un tema puramente sentimental y las limpiezas de las casas abandonadas creo que es para rellenar el vacio de los habitantes.
Saben que no va a ser posible tener el mismo paisaje que tenían antes del Marzo de 2011. Pero quieren dejar lo más limpio posible para que se alivie el dolor de sus vecinos y para que las siguientes generaciones sigan hablando de los recuerdos del pueblo.

Muchas veces me siento confuso para hablar del tema.
Poder volver estos habitantes a sus pueblos debería ser una buena noticia.
Pero la política del gobierno central no me convence mucho porque muchas veces lo veo como una cosa obligada a los evacuados. No lo hacen con corazón.
Es lo mismo. Pero me cuesta confiar en lo que hablan ellos. Parece que quiere olvidar del tema cuanto antes para no dar mala imagen al mundo. O para poder vender la misma energía fuera de país. No entiendo. Debe estar ocultando algo del mundo nuclear que no debemos saber. Si no, no veo ningún sentido. Mucho menos el sentido común.   

El tiempo nunca nos espera. Va gastando nuestros momentos de la vida sin piedad.
Ni sé hasta cuando dura el mundo. Pero debo escribir al menos hasta que termine el desmantelamiento de la central nuclear de Fukushima Dai-ichi.  
Tengo que dejar atrás el desaliento.

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