domingo, 11 de enero de 2015

DESPUÉS DEL ATAQUE AL CHARLIE HEBDO, FUKUSHIMA

Cuando era pequeño en la carrera de maratón que nos obligaba cada invierno el colegio me acuerdo que yo era un cabronazo. 
Iba en el segundo lugar todo el camino pegado al primero y cuando entramos al campo del colegio alcanzaba al primero y ganarle. Fue mi extrategia favorita. La máxima emoción para todos y por supuesto ganaba la populalidad de todos. Lo que más me motivaba era que podía ganar la admiración de mi madre. Tonterías de niño. Pero para mí era importísimo. 
El otro día me lo estuve recordando viendo la noticia de los actos terroristas de París.


Hoy se han reunido millones de personas en la plaza de República de París para demostrar su claro rechazo a los actos terroristas. Y contra de aquellos que intentan enterrar la libertad de expresión. Deseo que se descansen en paz las víctimas.

Viviendo en Europa he tenido muchas ocaciones de ver grandes manifestaciones encabezadas por los dirigentes de varias instituciones como el presidente y el primer ministro contra voilencia que amenaza al estado o al pueblo.

¿En mi país? En mi memoria, mi memoria es escaza, pero no me suena ninguna.
Quizás mi país no ha vivido tal amenaza a la nación en la historia nueva.
O la forma de sociedad democrática es muy atrazada.

Me he dado en cuenta de la diferencia de enseñanza sobre disciplina para los niños entre mi país y España en estos 25 años. 
En los primeros años me extrañaba porque todo el mundo se empeñaba decir sus opiniones como si estuvieran peleando. Encima al mismo tiempo. No les entendía nada.
Luego entendí. Era porque los niños estaban educados a decir sus opiniones convincentes para proteger su reputación o su situación aunque era una excusa mentira. Esa excusa si les convencía a sus padres era válida. Una cosa que me parecía fatal. 

Todo lo contrario que nosotros.
Nosotros no teníamos palabras ante los mayores. Lo que nos decían los padres o los profesores iba a la misa. Contradecir a los más poderosos era casí un tabú.
Una cosa que todavía vive en el fondo de nuestra sangre.
Es lo que nos impide manifestar lo que creemos en mi país.

Pensando en mi infancia no sé porqué pensé en los terroristas que han matado a muchos inocentes. Eran hijos de diós como todos nosotros. Tendrían sus padres y familia.
No justifico el acto terrorista. Pero debemos pensar qué hay en raíz de este problema.
¿Porqué empezó haber este tipo de personas en este mundo? El ódio que se habría convertido en asesino sin causa es lo que estámos viendo en este mundo tan manipulado.
A lo mejor ellos sólo buscaba ser alguién en este mundo para su justicia. Quizá la misma justicia que buscamos todos.

            

En mi pueblo Fukushima acelera la inyección de millones y millones de dinero público del país para la reconstrucción de la zona afectada. El problema del alto nivel de radiactividad casí se está quedando en el segundo plano. Como si ya no existiera. Para el gobierno lo más importante es conseguir que Fukushima aparente bajo control en el año de Los Juegos Olimpicos del 2020. Lo hará pizotenado el sentimiento de los evaciados somo sea.
El nuevo gobernador de Fukushima también pronuncia que este Juegos Olimpicos es Juegos Olimpicos de reconstrucción y quiere celebrar algún evento Olimpico en Fukushima. Ya está dentro del trampa del gobierno.

En el mes de Mayo se celebra el summit de las islas del Océano Pacifico en mi pueblo Iwaki. Dicen que quiere demostrar lo que ocurrió en el 2011 y cómo han conseguido levantar de aquella tragedia.

Muy lejos de la prefectura de Fukushima, en Kyushu, la isla más sur de Japón dicen que han decidido desmantelar 5 reactores antiguos que tienen más de 40 años. Pero sin pronunciar el fin definitivo de la energia nuclear de su zona. Ceder un poco para conseguir más reactores en funcionamiento. 

El municipio de Futaba donde posee la planta nuclear accidentada junto al municipio vecino de Okuma está ahora mismo en una situación muy delicada. Dentro de poco tendrá que decidir si acepta oficialmente la construcción del alamaen temporal de los residuos altamente contaminados tras la aceptación de Okuma.
El alcalde contra de los deseos de sus habitantes tendrá que luchar con el gobierno que casi tiene la batalla ganada.

La libertad de expresión que hemos oído estos dias en las noticias debe ser legítima.
Si lo amenaza los terriristas que el propio gobirno.
Os he comentado que la ley de la protección de los secretos especiales de estado en mi país por lo visto lo está aplicando al accidente de la planta nuclear de Fukushima Dai-ichi.
Según el país es para protegerse de posibles ataques terroristas. Una excusa redonda.
Los medios de comunicación ya no profundiza el tema por miedo a esta ley. Desgraciadamente la radiactividad no se ve ni la consecuencia no es justificable ahora mismo. Una gran ventaja que tiene los poderosos del mundo de la energia nuclear.
A veces ódio a Einstein por descubrirlo y otras veces doy gracais a Einstein de que nos ha dejado esta gran questión a la humanidad.

Después del ataque al Charlie Hebdo creo que debemos pensar en muchas cosas.
A pesar de estar contra violencia y los ataques terroristas ¿cuántas personas pensaría porqué el mundo ha creado este tipo de personas?
El engaño y la propaganda que ha creado este mundo actual los más poderosos del mundo puede que sea peor que los soldados marginados.

¿Qué hay del accidente nuclear de mi pueblo?
No es ninguna broma que la gente de Fukushima sigue viviendo en una situación de máximo peligro para la salud. Sobre todo para los más pequeños.
El gobierno quiere comprarles con el fajo de dinero y enterrr lo que ocurrió sacrificando a la proxima generación del pueblo.

Si existe la libertad de expresión de verdad, seguiré luchando con mi rápiz contra ese fajo de dinero para que lo de Fukushima no se quede nunca en el olvido. 

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