lunes, 23 de marzo de 2015

DE NUEVO CON EL CARIÑO DE SABADOS NEGROS

Por segunda vez mi super tío Manolo me dió la oportunidad de transmitir a la gente de Madrid mis sentimientos sobre mi pueblo Fukushima.
Sin tí nada es posible. ¡Muchas gracias!
      
Esta vez leí un verso en lugar de explicarlo. Se me da fatal hablar delante del público.
Es el resumen de lo que he visto estos 4 años. La maldita emoción estuvo a punto de derribarme. Pero aguanté. Creo...Me quedaba con ganas de hablar más ya que había preparado más cosas. Será otro momento. 
La lucha es muy muy larga.

Aprovecho para agradecer sinceramente por el público que prestó la atención y perticipó por mi tema.
A laura, Guiomar, Eugenio, Inés y a Hitomi por compartir esta edición de Sabados Negros.

Y gracias a Alejandro por estar con nosotros. Sigues siendo la pieza importante de 'Vamos Fukushima'.

Aquí dejo mi verso para los que me siguen también. 


Soy afortunado    


Soy afortunado porque no he perdido a ningún miembro de mi familia en el terremoto y el tsunami de hace 4 años.

Soy afortunado porque no he tenido que sacrificar ningún animal en Fukushima.

Soy afortunado porque no tengo que estar recogiendo escombros 
en el mar en vez de pescar.

Soy afortunado porque no tenía bosques ni montañas de propiedad en Fukushima.

Soy afortunado porque mis padres no han tenido que abandonar sus tierras del cultivo.

Soy afortunado porque en mi casa natal sigue viviendo toda mi familia.


Me siento indignado por los 37 desahuciados de la familia de mi madre  
junto a 120.000 personas más.

Me siento indignado porque mi hermana y su familia viven todavía en un apartamento provisional 4 años después del accidente.

Me siento indignado porque un tío mío tuvo que quitarse la vida antes de su hora.

Me siento indignado porque la familia de mi tío sufre depresiones en 3 generaciones.

Me siento indignado por la tumba contaminada de mis abuelos maternos.

Me siento indignado porque los dirigentes de mi país mienten públicamente.


Me siento decepcionado porque los políticos no son capaces de sentir nuestro dolor.

Me siento decepcionado porque los medios de comunicación han sido comprados por el gobierno y la empresa Tepco.

Me siento decepcionado porque la justicia de mi país no da justicia a las víctimas.

Me siento decepcionado por los médicos que no están de nuestro lado.


Me da ganas de vomitar por lo que hace la empresa Tepco y otras empresas energéticas.

Me deja una duda enorme la postura de las grandes potencias del mundo tras esta catástrofe nuclear.


A pesar de todo, 
me siento afortunado aquí porque sé que puedo contar con el apoyo y cariño de los españoles para seguir adelante.

Y soy afortunado porque mis padres me dieron esta vida para luchar por esto.

Intentaré ser la obra ejemplar de sus genes.



Soy afortunado por haber conocido Fukushima llena de naturaleza limpia.

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