lunes, 1 de junio de 2015

MI PROMESA CON FUKUSHIMA

La persona admirable es como una señora Americana que ha completado 42.195 km corriendo en 7 horas 24 minutos 36 segundos. Dice que comenzó a correr maratón cuando tenía 76 años tras haber tenido 2 veces cancer por una buena causa para ayudar la investigación de cancer y leucemia. Cada vez que corre piensa que es la última vez y ya ha hecho 17 veces. Todo un ejemplo. ¿Sería yo capáz de hacer lo mismo? No lo sé.

Lo que tengo claro es que decidí a seguir contando lo que ocurrió en mi pueblo Fukushima en Agosto del 2011 y lo que sigue pasando allí hasta fin de mi vida. 
Si he podido hacer hasta ahora, ¿porqué no?
Si donde quiera que esté. Voy con el cartel a cualquier sitio y no pierdo ninguna ocación.
En la vista de pajaro tampoco se me olvida darle la vida.

    
Cuando veo las noticias sobre Fukushima que sea buena que sea mala mi cabeza empieza juzgar desde hace tiempo para tomar una decisión. O cuento o no cuanto en este blog.
Es una parte del trabajo de mi cerebro que aparece muy a menudo. La culpa lo tienen tantos tantos datos que estos 4 años y 3 meses intentaba guardar en mismo sitio y las noticias que nos han hecho ver. Trato de escribir lo que pienso que es verdad.
Como os he repetido en varias ocaciones, en Fukushima hay 2 sentimientos opuestos.
La indignación por el comportamiento de los políticos tras el accidente nuclear tan importante y las ganas de reconstruir lo que realmente existía en la vida.

Algunas veces puedo ser enemigo de la gente que lucha contra estigma del pueblo porque cuento sobre el peligro de tener que vivir con radiactividad. Otras veces puedo ser un traidor de la gente que levanta la voz por las decisiones políticas que no les protegen nada de radiactividad porque demuestro la alegría de ver algo positivo en el proceso de reconstrucción. Son dos caras mias verdaderas. Y pienso que la gente de Fukushima tiene los mismos sentimientos. O yo doblo sus sentimientos.

Hace unos días han visitado a Fukushima los ayudantes del senado Americano y ayer el primer ministro Abe. Estas visitas simbolicos ya no me dicen nada. Ni me interesan.

Me importa más la fuga del agua radiactiva de la central porque afecta a los pescadores.
La última fuga era por un fallo de manguera doblada. Eso provoco el escape de 15 metros cubidos de agua altamente contaminadas de 2200 bq/litro. Aquello debe ser una rompecabeza si tienes que dibujar los tubos y cableados en una hoja. 
O la inaugración del edificio de descanso y comedor para los operarios en la central. Por fin ellos pueden comer la comida caliente después de tantos años. Hasta ahora comían las comidas preparadas o compradas por ellos en un lugar de condiciones no adecuadas sin tener el espacio suficiente para descansar cerca de su lugar de trabajo.      

Lo que me hace cabrear a mí y a muchos de Fukushima en estos años siguiendo al tema es que el gobierno no lo toma en serio para asegurar la vida de muchos que viven ahí.
En marzo del 2017 va a intentar reabrir todas las zonas de restricción alrededor de la central accidentada para que los evacuados regresen y que hagan la vida normal.
Es muy facil decir que el lugar es seguro porque los políticos no lo están viviendo.

Los pescadores siguen sin poder faenar como quieren tras 4 años y 3 meses. Tampoco les dice que dentro de x años les dan vía libre. En las reuniones sólo consultan los de Tepco si pueden vertir el agua almacenada. 

En los campos casí sin habitantes se han reproducido demasiados jabalíes salvajes que los cazadores se encargan de sacrificarlos. 7 veces más que los años anteriores al accidente.¿Qué culpa han tenido estos animales inocentes en esta hostoria?
Los humanos hay que tomar las decisiones de futuro pensando en las vidas inocentes.
Si no, no conseguirémos la convivencia con ellos ni con la naturaleza en esta tierra.

Estos dias en mi país han sido noticias el terremoto de gran escala temblando la mayoría de la zona cercana a la capital y la errupción de un volcán que se situa cerca de la central nuclear que el gobierno intenta reactivar en el mes de Julio.
Creo que la naturaleza no está de acuedo con la política de nuestro país.
Me desepciona ese agarre a la energía nuclear.     

Lo que sigo haciendo les puede aburrir a muchas personas.
Pero pienso cumplir esta promesa con mi pueblo. 
Con la ayuda de mucha gente del mundo.

Si la señora de 92 años es capáz de seguir corriendo un maratón, yo también puedo con lo mio. 
Esta persona hoy me ha dado el coraje para seguir.
¡Muchas gracias!

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